Saturday, May 14, 2005

Periodo foxista 2000-2004 como caracterización del patrón de acumulación neoliberal (Borrador)

Presentación
El capitalismo crea problemas que son irresolubles dentro del marco capitalista. La posibilidad técnica de un bienestar material para la humanidad se ve continuamente obstaculizada por las necesidades de la acumulación capitalista.
Alejandro Valle Baeza·


En el modo de producción capitalista sabemos que el fin último y por el cual se desvela el capitalista es la ganancia; ganancia que deriva de la explotación del trabajador en el proceso productivo, en el proceso de producción de mercancías y que recibe el nombre de plusvalía.
Las formas en que se extrae la plusvalía y las formas de explotación del trabajador varían a lo largo de la historia. En el caso mexicano, vemos como de un modelo de acumulación se pasa a otro con el fin de permitir precisamente la valorización del capital, el incremento incesante del capital para la acumulación. Tenemos el caso del modelo primario-exportador donde el proceso de producción de mercancías está destinado a realizarse en el exterior a través de la su exportación. Posteriormente la década los años que van de 1950 a 1970 se caracteriza por un modelo de acumulación diferente a través de la sustitución de importaciones cuyas mercaderías son destinadas al mercado interno. Finalmente, tenemos el modelo de secundario exportador o neoliberal donde la producción de mercancías está destinada hacia el mercado externo.
Es pues como de esta forma el régimen de producción capitalista va modificando las modalidades de acumulación (patrones de acumulación) derivado mismo del proceso de expansión del capital y del desarrollo de las fuerzas productivas. Es decir, la expansión del las relaciones capitalistas, la expansión del mercado vía la proletarización y la acumulación de capital exige mecanismos cada vez más avanzados para ese proceso. Cada nueva modalidad de acumulación implica la superación de las contradicciones del anterior modelo de acumulación. El nuevo modelo de acumulación mantiene las mismas relaciones de producción capitalistas pero se adapta para mantener la expansión del capital.
A lo largo de veinte años de política neoliberal, la historia económica del país ilustrada por las principales variables macroeconómicas habla de un crecimiento insuficiente con tensiones inflacionarias recurrentes; también de un fuerte deterioro en los niveles de bienestar de la población; una permanente caída del salario real, acompañada de una agudización en la concentración del ingreso; y de un crecimiento en el déficit acumulado en la creación de empleos. Insuficiencia también en el crecimiento de la inversión y el ahorro interno; fuerte depreciación del tipo de cambio real; crecimiento de las tasas de interés y amenazantes crecimientos del déficit en cuenta corriente. Todo ello en medio de al menos dos violentas crisis: 1982 y 1995 y de severos períodos de contracción económica. Tiene que ser así, debido en primer lugar a que su objetivo no es la satisfacción de las necesidades sino el valor de cambio, el trabajo abstracto y ello implica problemas en términos de empleo, ingreso, pobreza, crecimiento económico, inflación, etcétera y, en segundo lugar, reflejo de las contradicciones mismas del sistema.
Por ello, es diferente las condiciones de producción prevalecientes en la actualidad que, por ejemplo hace 20 años y ello incita al estudio de las características que asume la acumulación de capital en la etapa neoliberal de la economía mexicana, tratando de encontrar las contradicciones de la misma independiente de la existencia de crisis, porque el devenir de la sociedad es a través de las contradicciones; contradicciones que pueden resolverse y que originan otras nuevas pero, en definitiva, el desarrollo de las sociedades y de los procesos que ocurren en la realidad se dan a través de la lucha de los contrarios, de procesos dialécticos.

Planteamiento del problema.
…nunca el funcionamiento económico ha podido explicarse fuera del territorio de la lucha de clases.
Rosa Albina Garavito.

A lo largo de la vida del sistema capitalista ha experimentado contradicciones en el plano productivo, contradicciones que son inherentes al sistema y que no solamente este sistema ha compartido, sino que también los precedentes (feudalismo, esclavismo, despótico tributario, asiático ) y los resquicios de los mismos, por lo tanto, existen varios problemas que tiene el capitalismo y que se pueden explicar a partir de las premisas que le dan vida, a partir de las apropiación y de las relaciones sociales de producción. La explicación de los problemas debe partir de la base económica que les dan origen, es decir, en la forma en que producen. Partimos desde este punto, porque el hombre tiene que consumir, en primera instancia para vivir y ello implica que tiene que producir, transformar los elementos naturales a elementos sociales, impresos de relaciones, por tanto, mientras la producción se la base sobre la gire la vida del hombre, la explicación de sus relaciones deben partir de esta premisa fundamental. Si la existencia humana estuviera dada por gracia divina, quizá seria necesario modificar nuestros supuestos, aunque hay mucha gente que defiende esos supuestos sin contradicciones ni problemas.
En el caso del sistema capitalista, de su desarrollo está marcado por una serie de contradicciones y ello lo podemos ver en el caso de la economía mexicana. La realidad es un constante cambio y ello se refleja a que la modalidad de explotación y extracción de plusvalía del sistema no ha sido la misma, han cambiado. El desarrollo de las fuerzas productivas que la producción capitalista supone, debido a la constante expansión de la producción, a la valorización del capital, hace que su radio de acción se expanda y con ello las formas necesarias de explotación, acordes el avance de las fuerzas productivas. El mercado que ha creado y que se expande paulatinamente exige métodos de explotación acorde con esa expansión.
Podemos estudiar en la historia económica mexicana cuáles han sido las características de cada modelo de acumulación y veremos que cada uno obedece a determinadas condiciones históricas y sociales; el modelo de acumulación primario exportador se diferencia del de sustitución de importaciones, y éste a su vez del neoliberal, sin embargo, mantienen las mismas relaciones de producción capitalistas. El modelo de acumulación neoliberal que inicia a principios de los ochenta es el más cercano y el gobierno de Vicente Fox Quesada comparte varios de las características de aqué patrón de acumulación. Por lo tanto, nuestro interés es en identificar los cuatro primeros años el periodo de Vicente Fox como parte de ese modelo de acumulación y que responde a la misma lógica. El lograr ese objetivo se requiere saber: ¿cuáles han sido las condiciones que han originado el proceso de acumulación? ¿Qué implica el proceso de acumulación? ¿cuáles son las características del modelo de acumulación neoliberal? ¿cuáles son las contradicciones del modelo neoliberal y los factores que han contrarrestado o atenuado dichas contradicciones? ¿cómo ha sido del proceso de acumulación en el perido 2000-2004 de Vicente Fox?
El estudio partirá de la definición del marco teórico desde la visión marxista, de los conceptos, definiciones, tratando de resolver las preguntas planteadas anteriormente.

Justificación
…while human beings have enormous capacities to think and to do, capitalism prevents the vast majority of people from developing these capacities. Therefore if we want a society in which the full flowering of human competencies can become a reality, we will have to bring capitalism to an end and replace it with something radically different.
Michael D. Yates


Las investigaciones pueden ser clasificadas en función del beneficio que reportan a un sector de la sociedad, a una clase. Es decir, en el plano económico y en todo ámbito de la vida social, las investigaciones pueden tener como objetivo identificar los problemas que tienen las economías capitalistas con el fin de resolverlos en beneficio de una clase, o bien de solucionarlos en beneficio de otra. Esto viene a colación debido a que la mayoría de las investigaciones buscan solucionar los problemas que enfrentan el capitalismo (pobreza, desempleo, crecimiento económico, etc...) para que una clase resulte beneficiada y la otra, desprotegida, sobreviva a pesar de las contradicciones, lo que hacen pues este tipo de investigaciones es dar una “solución” que tan solo mitigue el problema pero que no lo resuelva de raíz, es decir, manteniendo toda la superestructura, toda la cohorte de relaciones sociales capitalistas dominantes, solución de las contradicciones de manera superficial, de manera que el problema vuelva a resurgir y a ocasionar nuevamente problemas. Las investigaciones pueden servir para identificar los problemas que presenta el proceso de acumulación de capital y resolverlos para permitir que nuevamente la economía marche bien, para que se mantenga las mismas relaciones sociales dominantes, la explotación, la desigualdad económica, la pobreza, la enajenación, etcétera. Aún cuando se identifiquen problemas que requieren solución, se le da una solución dentro del sistema, para seguir manteniendo las relaciones dominantes, se le da una solución a favor del capital para que su contraparte, los asalariados pervivan y las contradicciones entre estas dos clases no estallen, es decir, se van buscando los métodos idóneos para que las contradicciones no pongan en riesgo al sistema. Por ejemplo, si mi problema de investigación es los ingentes niveles de pobreza que existen en México, la propuesta seguramente sería una mejor distribución de la riqueza vía política social, es decir, mediante la repartición de las migajas a los pobres, proveerlos de computadoras e inglés, etc. Una solución que mantiene las relaciones sociales dominantes, ya que todo los elementos que se proporcionan para el mejoramiento de las condiciones de vida de la gente es sólo con el fin de mitigar los problemas y servir como elementos que contribuyan a la formación de la fuerza de trabajo del sistema, porque la educación está pensada sólo en términos de productividad al capital, en términos de “utilidad”, de si es apto o no para determinado puesto, etc, no con fines humanos, de cultura, sino para tener una fuerza de trabajo más calificada. Se somete pues al obrero al trabajo, se le enajena, convirtiéndose en algo que le sirve solo para comer, para vivir.
Mi investigación pues, no pretende ser una justificación de este estado de cosas, del régimen de producción capitalista, sino mostrar las condiciones que implica el proceso de acumulación de capital, la serie de relaciones sociales que conlleva. Dado que las diversas teorías económicas sólo buscan mistificar los problemas, sólo buscan justificarlos teóricamente de manera que parezca que es la única vía a través de la cual se pueden mejorar las condiciones de la gente. Las soluciones son sólo superficiales. Considero que los problemas que ha generado el sistema capitalista sólo pueden resolverse mediante la eliminación de las premisas que le dan sustento, es decir, la propiedad privada sobre los medios de producción y a partir de la demolición radical de la ideología burguesa. ¿Cómo habrá de hacerse, estarán preguntándose? Bueno, a través de una teoría que se encargue de echar por los suelos los velos que el sistema capitalista imbuye a todo problema social, mediante una teoría que clarifique los problemas de fondo que genera y que muestre la vía para su solución. Esa teoría, pese a los denuestos de la teoría económica burguesa predominante, es la teoría marxista. Años han pasado desde el planteamiento primigenio y, no obstante, aún permanece vigente la exégesis marxista, permanece aún la explotación, la pobreza, la desigualdad económica. Nadie puede detener el curso dialéctico de la historia. La ideología burguesa se obstinará haciéndonos creer lo contrario y de la obsolescencia de esta teoría, pero “las cosas caen por su propio peso”.
Por lo tanto, es necesario luchar por cambiar las contradicciones existentes en el sistema capitalista de raíz, mostrando en primer término la serie de relaciones que implica el proceso de acumulación de capital, posteriormente, a través del combate contra la ideología burguesa.

Marco teórico
Ninguna sociedad puede trazarse un esquema de desarrollo en el que
primen por sobre todas las cosas el afán de lucro, el consumo y la ganancia.
Adolfo Sánchez Vázquez.



Acumulación originaria: precedente ineludible de la acumulación de capital.
Iniciaremos como suele hacerse en todos los trabajados de investigación: por el principio. Esto implica que antes de abordar el proceso de acumulación de capital, es necesario definir las condiciones que le hicieron posible, puesto que dicho proceso de surgió de la nada, por gracia divina o por la “abstinencia” de una clase. Consideramos que el principio de la acumulación de capital en el capitalismo es la llamada “acumulación originaria de capital. La génesis pues de la explotación, de la estratificación social, de la acumulación es el despojo por una parte de los medios de producción de una clase por otra. Nada puede venir del cielo, así que el proceso de acumulación de capital implica la posesión de los medios de producción y el despojo de unos por otros, no es que por gracia divina a una clase se le haya otorgado el privilegio de poseer y otra no, ni una cuestión de abstinencia sobre la ociosidad de otros. No. Ha sido un proceso de expoliación de los medios con un fin específico.
Después de la disolución de la comunidad primitiva, inicia la división de la sociedad en clases y la lucha entre las mismas, lucha que deriva precisamente sobre la administración del excedente económico (plusvalía, denominada en el capitalismo) y producto de la propiedad privada. La protección del excedente y su administración ha sido desde hace siglos uno de los mecanismos a través de los cuales ha girado la historia. La necesidad vehemente de ampliar el tiempo excedente en detrimento del trabajo necesario para el obrero ha sido la lucha que ha entablado la acumulación de capital. La determinación del salario, valor de la fuerza de trabajo ha implicado ineludiblemente la lucha de clases, lucha que ha sido ganada por el capitalista quien siempre establece el salario conveniente para el trabajador. Todos los logros que ha obtenido la clase trabajadora han implicado forzosamente una lucha de clases, una lucha por incrementar el tiempo de trabajo necesario para el obrero y, por otra una lucha por incrementar el tiempo excedente para el capitalista. Y en estas luchas, siempre el obrero sale perdiendo por el simple hecho de no poseer, su contratación implica de la misma manera una pérdida, una desigualdad del obrero con el capitalista. Pero estas luchas son sólo el principio.

El ciclo del capital
Dado que en el modo de producción capitalista el ciclo en que se concreta todo el proceso productivo es:
D-M (fuerza de trabajo, medios de producción)….P’…M’….D’
Donde se materializa la forma en que el capitalista obtiene la plusvalía del proceso productivo, a través de la explotación brutal de la fuerza de trabajo. Es decir, a partir de la existencia de D, capital-dinero, cuyo origen se remonta a procesos de acumulación originaria, el capitalista compra los “insumos” para la producción de valores de uso para el cambio (mercancías) y para ello, compra los medios de producción y la fuerza de trabajo. Después de esto, el capitalista, a través de determinadas modalidades del proceso productivo, determinado por el grado de desarrollo de las fuerzas productivas, consume la fuerza de trabajo y los medios de producción materializados en mercancías de cierto tipo. En el proceso productivo el obrero trabaja en una jornada de trabajo que está compuesta por trabajo necesario, donde el trabajador repone los elementos para su reproducción y en trabajo excedente en el cual el obrero trabaja gratuitamente para el capitalista. Es en esta fase del proceso productivo donde el obrero añade valor superior a los elementos de su reproducción como elemento de la acumulación de capital y del proceso productivo. De esta manera, el capitalista obtiene un valor incrementado, mayor al desembolso por él realizado. Por lo tanto, ese incremento del valor pasa a ser añadido en la mercancía y que se refleja con el apóstrofo. Posteriormente, en el proceso de la circulación, el capitalista tiene que realizar esa plusvalía extraída mediante su venta. Cuando el capitalista logra vender la mercancía, el proceso de producción finaliza para comenzar nuevamente, dependiendo de las decisiones de él mismo. El proceso termina pues cuando obtiene nuevamente el capital-dinero incrementado, cuando logra realizar el valor de las mercancías en la circulación, cuando logra vender sus valores de uso. Si el capitalista decide invertir el capital dinero obtenido nuevamente para comprar fuerza de trabajo y medios de producción para iniciar nuevamente el proceso productivo y obtener otra vez el D’, capital dinero incrementado, significa que el capitalista está acumulando; este proceso incesante de reproducción de D’ es lo que significa el proceso de acumulación de capital. La acumulación de capital es la inversión incesante en fuerza de trabajo y medios de producción con el fin lograr la plusvalía transfigurada en la ganancia.

Acumulación de capital como proceso integral: patrón de acumulación
Sin embargo, el proceso de acumulación de capital abarca un sinfín de relaciones entre capitalistas, obreros, mercado exterior, de la clase en el poder, de la superestructura que la sustenta y justifica, etc. Por ello, para estudiar el proceso de acumulación incesante de capital se deben de tomar en cuenta todos esos aspectos.
Por lo tanto, el proceso de acumulación de capital implica de qué manera el obrero interviene en el proceso productivo, a través de qué tipo de relaciones, que pueden ser jurídicas, laborales, etc. Tiene que ver con los métodos de explotación capitalista (taylorismo, fordismo, etc..) con el fin de extraer la mayor plusvalía posible. Depende también de las condiciones laborales y jurídicas que permitan esa explotación, es decir, de la ley laboral sobre la jornada de trabajo, de las prestaciones, de la forma de percibir la contratación de la fuerza de trabajo (flexibilización laboral, por ejemplo), de la lucha de clases que entablan las dos clases antagónicas, etc.
Implica también la forma en que el aparato productivo nacional está vinculado con el exterior, es decir, de la relación entre los capitalistas nacionales y los extranjeros, de la forma en que intervienen los capitalistas en las distintas esferas del aparato productivo con el fin de la realización de la plusvalía en un marco donde las facilidades sean las idóneas.
También tiene que ver con la forma en la que la clase en el poder se relaciona en el proceso productivo, de la forma en que el gobierno interviene en el aparato productivo con el fin de atenuar o salvar a los capitalistas de los atolladeros en los que incurre el proceso cíclico de la acumulación de capital. Cuestión que no se restringe exclusivamente al plano productivo, sino que también puede referirse a la parte financiera del mismo. Tiene que ver con la lógica en que se ha operado con el fin de que el status quo prevalezca y no truene. Depende asimismo de las relaciones que esta clase en el poder tenga con el exterior y de las relaciones que permiten que se establezcan con los habitantes del país y que los capitalistas de aquellos países tengan hacia nuestra nación. Porque en definitiva, la clase gobernante tiene la función de que el sistema capitalista funcione de manera armónica, de que los obreros tengan las mejores condiciones para que los capitalistas puedan obtener las ganancias. Porque nadie puede creer que con los programas sociales de el PROGRESA y similares se pueda resolver muchos problemas que el sistema capitalista salvaje de producción provoca. El fin pues de la clase en el poder es permitir que el capitalismo tenga vialidad y que se pueda vivir dentro de “un capitalismo con rostro humano”. Mientras no se ataque de fondo las condiciones que provocan dichas desigualdades, en concreto, la desigualdad económica (posesión, por una clase, de los medios de producción y otra desposeída de los mismos y oferta su fuerza de trabajo para su sobrevivencia), no se podrá combatir realmente el problema y sólo se estará viendo cómo sobrevivir dentro del sistema y se estará creando la teoría que permita justificación de esa sobrevivencia. Por eso precisamente se busca la teoría que permita componer los efectos del capitalismo porque no se puede cambiar nada, supuestamente, y por tanto, lo único que en lo que se puede influir es en esas hendiduras que el capitalismo permite tratando de hallar la supervivencia en el capitalismo para que sea menos desgarrador, hiriente y terrible.
Por tanto, el análisis de la acumulación capitalista para el caso de la economía mexicana debe abarcar un análisis de la modalidad en que se realiza precisamente este proceso y que corresponde con el concepto de “patrón de acumulación”, que implica precisamente la identificación de todos los elementos que confluyen para la reproducción del sistema capitalista. Porque siempre existen especificidades en la acumulación de capital que tiene que ver con condiciones históricas y geográficas, de la relación que se establece entre los países, etc. Porque no es lo mismo la acumulación de capital en México que en Estados Unidos, por ejemplo, siempre existen características distintivas y peculiares donde convergen varios factores determinantes como puede ser la acumulación originaria de capital, de las relaciones de dominación de un país sobre otro, de las estructuras de producción existentes previa a las relaciones sociales de producción dominantes. Ya que como todo modo de producción no es puro, sino que existe con los resquicios de otras formas de producción, de una mezcla abigarrada que subsiste y se subordina a las relaciones dominantes, por ello podemos saber que incluso aunque en México predomine el sistema de producción capitalista, existe por otra parte formas de producción “precapitalistas” o si se quiere prehispánicos.

Reproducción de la producción.
El proceso de producción constituye un proceso de reproducción en el sentido de que la producción no puede pararse porque las necesidades de la gente van incrementándose y la población por lo mismo. La misma existencia no puede limitarse a la producción definida de la producción puesto que esto implicaría la muerte de la especie.
El proceso de acumulación de capital es un proceso que involucra varios factores y que no se ciernen exclusivamente al plano productivo, sino que tiene que verse de manera integral, puesto que es un proceso que abarca todas las esferas de la vida social y en la que todas participan para lograr que se den las condiciones para la reproducción del sistema. Por ello, todo proceso de producción es un proceso de reproducción. Un proceso permanente independientemente de la forma social de producción, es decir, cualquiera que sea el modo de producción, o las formas de producción que han existido y los resquicios de los mismos, comparten el rasgo de que han sido procesos continuos; aunado al desarrollo de las fuerzas productivas que van incrementando aún más la producción.
Derivado precisamente de este proceso continuo de producción, de reproducción, no se puede continuar sino se poseen los elementos que permiten la expansión continua de la producción, es decir, los medios de producción y la fuerza de trabajo. Esto es, los hombres deben contar con la dotación de recursos naturales y la fuerza de trabajo para la transformación de los mismos con el fin de producir los elementos necesarios para su subsistencia. El incremento continuo de las necesidades de los individuos lleva inherentemente el hecho de que el proceso de producción sea continuo y que requiera de la misma manera la provisión permanente de los elementos necesarios para la producción, para la reproducción.
En el sistema capitalista, cuando la plusvalía obtenida del proceso productivo se invierte en la capitalización (dinero que paga el valor de la fuerza de trabajo y los medios de producción) y en la renta (fondo de consumo del capitalista) se dice que es reproducción simple del capital, entendiéndose como capital la inversión de la plusvalía en fuerza de trabajo y medios de producción. Aunque “simple” es el proceso de reproducción esto no exime al obrero de la explotación y la vejación secular del cual es objeto; por más simple que sea el proceso de reproducción siempre es explotación, extracción de plusvalía, expoliación de trabajo no remunerado.
Sin embargo, al capitalista por se sed de ganancia, está más familiarizado con la reproducción ampliada, con la acumulación de capital, con el desembolso de D con el fin de lograr de manera continua el D’ incrementado del ciclo del capital. Por lo tanto, le interesa el proceso de “comprar para vender” realizado iterativamente; es decir, la compra de medios de producción y fuerza de trabajo con el fin de producir valores de uso para el cambio y obtener el D’ y destinarlo nuevamente para su acrecentamiento mediante la repetición “infinita” del proceso.
Y bueno, los métodos para conseguir la máxima ganancia, la valorización del valor puede realizarse a través de diversos mecanismos que implican en última instancia la explotación, la vejación del capitalista con el fin de acumular. La explotación acérrima implementada a través de mecanismos legales es sólo con el fin de acumular. Toda la subestructura de la base económica justifica el proceso de explotación que se realiza en el proceso productivo. La ciencia, la técnica, el arte, etcétera –como mercancías en el capitalismo- convergen hacia la realización última de la acumulación, de la permanencia y la justificación de la explotación. Por un parte, vendiendo los avances científicos a los capitalistas para su producción en masa y para la disponibilidad de aquellos que cuentan con el poder adquisitivo para hacerlo, los demás, no importan. Aunque me esté muriendo de hambre, padezca de una enfermedad, etcétera, sin dinero, no hay nada. Dinero constante y sonante porque con dinero baila el perro. Arte, arte para vender, vender cuadros, objetos, etcétera, de pasar a ser un objeto artístico, pasa a mercancía que se produce en masa e invade los mercados. El humanismo es cosa no rentable. Lo que importa es lo transable. Si no, no sirve. Como puede verse, el capitalismo no busca la satisfacción de necesidades. ¡Qué contradicciones¡ producción en masa con la capacidad de alimentar a toda la gente del mundo y vemos casos de desnutrición, inanición, en África, Asia, México. Medicinas para salvar a la gente y que sólo por no contar con el dinero para comprarlo se mueren. El capital no se tienta el corazón. No tiene corazón, tiene corazonadas, lo que a él le interesa es la realización de su plusvalía, la obtención de D incrementado.
Por lo tanto, lo que al capitalista le interesa es la acumulación y para ello implementa cualquier mecanismo a su disposición y si no, lo hace legítimo, al cabo que todo está impregnado por la impronta mercantilista. El capital, como relación social, impregna de su lógica todo lo que está a su alrededor, todo, nadie está inmune, salvo aquellos que están conscientes de su papel histórico, con consciencia de clase, capaces de desentrañar el entramado que teje el capitalismo para velar, justificar, legitimar o hacer comunes las cosas que suceden cotidianamente. Concretamente, los métodos que ha implementado han sido la intensificación de la productividad del trabajo a través de la eliminación de los tiempos muertos. Casos concretos son el fordismo, taylorismo, toyotismo, etc, que han recorrido el proceso de producción capitalista, todo con el fin de acortar el trabajo necesario, en el cual el trabajador repone los elementos de su subsistencia y aumentar la otra parte de la jornada, la del trabajo excedente, en el cual concede gratuitamente el fruto de su sudor y extenuación.
Por otra parte, si el propósito del capitalista es la extracción de la plusvalía, del trabajo ajeno, del trabajo excedente o de la plusvalía transfigurada en ganancia y si en la cuota de ganancia es una relación donde participa el trabajo excedente extraído en relación al capital global invertido, es decir, la plusvalía sobre el capital varible (cv) + capital constante (cc) [p/(cv + cc)], por tanto si la consecución de la máxima ganancia a través del incremento de esta cuota enfrenta el obstáculo de su disminución debido a que el desarrollo de las fuerzas productivas provoca la incorporación de más capital constante en proporción al capital variable, es decir, la inversión en trabajo muerto, en maquinaria con el fin de incrementar la productividad del trabajador. Ya que para evitar las contradicciones que implica la contratación de trabajadores adicionales para el proceso productivo (contradicción entre capital y trabajo), el capitalista decide mejor comprar maquinaria y evitar toda la serie de obstáculos que implica la contratación de trabajadores. Sin embargo, el capitalista al hacer esto se encuentra con otra contradicción: el incremento del capital constante provoca que la composición orgánica del capital aumente y ello ocasiona que la cuota de ganancia descienda. Es decir, invierte más en trabajo muerto, en trabajo pretérito y menos en trabajo vivo, fuente primigenia de valor y de plusvalía.
¿A qué mecanismo tiene que recurrir pues si se enfrenta con este problema?

Reproducción de la fuerza de trabajo y del sistema como tal (orden capitalista. Sus elementos: La familia, el estado, el individualismo, ideología, consciencia de clase).
El proceso de acumulación de capital implica no solamente la producción y reproducción de plusvalía, producción de mercancías para el cambio, explotación. No. Implica también la reproducción infinita de las relaciones de producción capitalistas, las relaciones de dominación y explotación de una clase por otra, de la clase proletaria por la capitalista. Es decir, cuando el obrero, despojado de los elementos necesarios para producir es arrojado al mercado de trabajo en busca de un puesto con el cual ganar el sustento diario de su existencia es contratado por el capitalista, ya desde ese preciso momento está inmerso irremediablemente a las relaciones capitalistas dominantes de producción, ya que con antelación, el capitalista cuenta con los medios de producción (derivado del proceso de acumulación originaria de capital) y la posesión de los medios de producción de una clase y la no posesión de otra implica inherentemente las relaciones de producción capitalista, supone la explotación. Así que es falso decir que se posee libertad dentro del capitalismo, decir que por no participar en el proceso productivo no es explotado es algo completamente absurdo, estando o no estando, la existencia de los individuos dentro del capitalismo supone su inmersión dentro de las relaciones de producción capitalista, sea consciente o inconscientemente. Ser desempleado supone inherentemente la explotación. Libertad en el capitalismo, sólo aquello que el sistema ha querido hacernos creer: libertad de mercado: con dinero eres libre, si no, un depravado mental.
Por lo tanto, objetivamente, si la base económica es la que determina la superestructura de la sociedad, es lógico que ésta esté igualmente impregnada de las relaciones sociales de producción capitalistas dominantes, de la ideología burguesa, de la enajenación, del mercantilismo, de la lógica de la competencia, del individualismo, etc. Nadie es incólume a la cicuta capitalista.
De qué manera pues el obrero reproduce el sistema, reproduce el orden capitalista, reproduce la explotación y toda la cohorte de elementos ideológicos que lo enajenan. En primer lugar, la propiedad de los medios de producción supone trabajo excedente expoliado, supone explotación.
En la producción de la plusvalía al transformarlo en capital, el capitalista procura mantener la fuente de la plusvalía extraída a través de un fondo destinado al capital variable, para el obrero, con el fin de reproducir la fuerza de trabajo, las energías para el proceso productivo y además para la reproducción de la misma (la procreación). El salario pues, debe ser suficiente para satisfacer las necesidades elementales del obrero, así de simple. Por lo tanto, trata de hacer cada vez más reducido el fondo de trabajo del obrero para incrementar el fondo de acumulación, para la valorización del valor y en éste sentido determina la distribución de las mercancías, está determinando las condiciones de vida, la alimentación y la existencia del obrero y su familia. Ni siquiera el salario, que representa, el valor de la fuerza de trabajo está determinado para que el obrero viva humanamente sino que está determinado para que el obrero perviva con los medios de vida que el capitalista le determina. El fondo de trabajo no el fondo del obrero es el fondo que el capitalista le asigna al obrero, determina su consumo, es decir, el obrero debe de consumir los medios de vida indispensables, que le repongan de la energía y del desgaste sufrido diariamente, fuera de esto, lo demás es superfluo; esto es, todo lo que sea consumo productivo está bien aceptado por el capitalista. En resumen, el capitalista no sólo explota al obrero sino que determina sus condiciones de vida, determina su consumo.

Superpoblación relativa.
A medida que el capital va expandiéndose por todo el orbe y avasallando los resquicios de los modos de producción que suponen relaciones sociales y fuerzas productivas menos desarrolladas, va incrementando el número de proletarios. El reclutamiento puede provenir de los pequeños capitales que son absorbidos y que tienen que incorporarse al sistema como fuerza de trabajo, de la gente que todavía comparte relaciones de producción atrasadas (en términos de fuerzas productivas) pero que poco a poco va adhiriéndose a las relaciones de producción dominantes. Es decir, el capital cada vez más va creando una masa ingente dispuesta al servicio del capital.

Desarrollo de las fuerzas productivas (competencia capitalista), lucha de clases. Desarrollo económico.

La sed de la ganancia provoca la competencia de los capitalistas con el fin de apropiarse de la mayor cantidad posible de trabajo excedente. Y por ello, estará dispuesto a derribar a su competidor si es necesario, a absorberlo y acumular de manera progresiva el suyo. De esta manera, en la búsqueda ferviente de la ganancia, desarrollará las fuerzas productivas con el fin de obtener la ganancia extraordinaria y competir con los demás capitales.
Sin embargo, esto le acarreará dificultades con la clase trabajadora puesto que implicará su desvalorización, puesto que el desarrollo de las fuerzas productivas provocará el incremento de la productividad del trabajador y por tanto, la disminución de su valor, puesto que en menos tiempo puede elaborar más mercancías y por tanto, sus medios de subsistencia. Esto implicará bregas constantes con los capitalistas por salarios superiores. El obrero luchará por una salario mayor y el capitalista luchará por un salario más bajo. Esta es la lucha que entablan las dos clases en el capitalismo, cualquiera que sea el resultado de esta lucha, beneficia en última instancia al capitalista.
El desarrollo de las fuerzas productivas, por tanto, en lugar de favorecer a la sociedad y en especial al obrero, tiende a dejarlo en desventaja nuevamente con los capitalistas, puesto que no participa en los beneficios de la misma, además de que para consumir las mercancías derivadas del desarrollo de esas fuerzas productivas tiene que tener los recursos para hacerlo, de otra, así se esté muriendo de alguna enfermedad, no conseguirá nada.
Esto nos lleva a una polémica que tiene que ver con el desarrollo económico, ya que, como según mencionan los economistas burgueses, el desarrollo de las fuerzas productivas conlleva al mejoramiento de las condiciones de vida de la población, al crecimiento económico, a la provisión de mejores servicios, infraestructura en general, etcétera, en definitiva, a países desarrollados. Sin embargo, el desarrollo económico es desarrollo del capital en ningún momento beneficia al proletariado puesto que se siguen manteniendo las condiciones de explotación, desigualdad económica y la división de clases. Por ello, los que buscan las fuentes del desarrollo económico, buscan el desarrollo del capital, manteniendo el sistema de producción capitalista, manteniendo la explotación y todo el sistema ideológico que lo caracteriza.

Pobreza
La pobreza en el sistema capitalista es otra de las contradicciones que genera. A medida que el capital se va expandiendo, creando riqueza material, riqueza abstracta, cada vez más va creando simultáneamente pobreza social, se va creando riqueza individual y abstracta y, por otra parte, va creando pobreza social. Pobreza social en el sentido de que no se cuentan con los bienes que la gente necesita para satisfacer sus necesidades. El aumento de la riqueza material no supone un incremento de la riqueza social, sino un incremento de la riqueza individual, de la riqueza de unos cuantos, de la concentración.
Por lo tanto, el capital crea pobreza social y humana al expandirse. Pobreza social porque la gente que no logra incorporarse al mercado de trabajo no cuenta con los recursos pecuniarios para satisfacer sus necesidades, para adquirir los medios de vida y esta gente crece cada vez más. Pobreza humana por la enajenación que provoca el proceso productivo, que si bien pueden contar con la satisfacción de sus necesidades los que se integran al mercado de trabajo, no los exime de ser catalogados como meros aditamentos del proceso productivo…

Lucha de clases
La existencia de las dos clases, capitalistas y proletarios, supone la contradicción principal, entre el capital y el trabajo. La existencia de proletarios supone, aunque no participe en el proceso productivo una contradicción que deriva de la no posesión de los medios de producción, condición que genera la división de clases. Desde la disolución de la comunidad primitiva una contradicción que ha prevalecido a lo largo de la historia de la humanidad ha sido de los poseedores y no poseedores, independientemente del modo de producción, las clases han luchado por compartir la propiedad privada, de gozar de los mismos beneficios. La propiedad privada ha enajenado a la gente y verla como un ente que supera el valor mismo del ser humano, se defiende a la propiedad a ultranza y la propiedad privada proporciona protección al individuo y puede refugiarse en el mismo por el simple hecho de que la propiedad privada es un límite para los otros. Socialmente, la propiedad privada se le ha atribuido esa cualidad, un rasgo más del fetichismo que engendra, en el caso del sistema capitalista.


Contradicciones del proceso de acumulación
Dado que el desarrollo de la sociedad, de la realidad y como desde hace siglos ha sido, a través del devenir dialéctico se da a través de las contradicciones que existen en los sistemas de producción (o modos de producción). Las contradicciones son inherentes a cualquier tipo de sociedad, las contradicciones no se limitan específicamente al sistema capitalista, de hecho, desde la comunidad primitiva, las contradicciones han estado presentes, la disolución misma de los sistemas supone la resolución de las contradicciones y el surgimiento de otras completamente diferentes, en términos productivos y en términos de relaciones sociales.
Para empezar, el sistema capitalista supone de inicio la contradicción entre el capital y el trabajo, entre los poseedores y los no poseedores de los medios de producción. Supone asimismo la lucha de clases. De hecho, desde la disolución de la comunidad primitiva, como se menciona en el Manifiesto del Partido Comunista inicia verdaderamente la lucha de clases, lucha que deriva, independientemente de las especificidades de cada modo de producción, de la propiedad privada. En otros términos diríamos que la contradicción entre los poseedores y los no poseedores de los medios de producción, aislando las especificidades de cada sistema de producción. Los que no tienen buscan a través de diversos mecanismos proveerse de los medios que no poseen para consumir, para vivir. Los no poseedores roban, asesinan, secuestran todo con el afán de allegarse de los medios para consumir, por ello, el problema de la delincuencia es un problema que tiene que ver, de fondo, con el problema de posesión de los medios para producir, de la propiedad privada. Los no poseedores también quieren comer, también quieren tener un coche, también quieren tener una casa, también quieren tener un título, etcétera. En suma, la privación de los medios para producir, de la propiedad privada supone una contradicción que es necesario resolver.
En el caso del sistema capitalista, la contradicción entre los poseedores y no poseedores se manifiesta en los problemas de delincuencia (secuestros, asaltos, robos, etc…), puesto que el “omnipotente” mercado no es tan omnipotente como se quiere hacer creer, como aquél que asigna los recursos eficientemente. No. Dado que la contradicción entre la posesión y no posesión origina los problemas de delincuencia, esto también se puede ver en términos de las capacidades del ubicuo mercado para asignar eficientemente los recursos o los insumos (que así ha sido catalogado al hombre en el sistema capitalista), es decir, la divulgada capacidad para asignar el “factor trabajo” a las empresas se queda corta cuando hay un número ingente de desempleados, ¿a dónde colocar estos insumos sobrantes? El mercado no asigna eficientemente los recursos y por tanto, tienen que andar deambulando dentro del sistema a través del mercado de explotación de trabajo no legalizado, es decir, en la denominada “economía informal”. Esta gente, oprimida, no explotada que participa en la producción, pero fuera de los marcos legales de la explotación, se encuentra sin embargo dentro del sistema y por eso se dice que es oprimida, no puede salir del mismo porque lo comprime, lo estruja, asfixia, por ello, tiene que pindonguear, escarbando hoyos dentro del sistema para poder comer, para poder vivir.
La otra forma de asignar el “factor trabajo” sobrante, es mediante otro mecanismo ilegal, la delincuencia. Los otros, de la economía informal, logran retribuirse algo del sistema, se resarcen en lo mínimo de la contradicción entre la posesión de los medios de producción; sin embargo, los delincuentes también tratan de resarcirse de esta contradicción mediante el robo, el secuestro, el asalto, etcétera, de esa manera, con esto, ellos consiguen retribuirse de lo que son privados, de la posesión de los medios. Ambos, mecanismos de opresión y por tanto “ilegales”. El segundo daña indudablemente la propiedad privada y por tanto, se hace necesario que el gobierno disponga de una fuerza constante capaz de contener el atentado contra la propiedad privada, de ahí del surgimiento de los cuerpos policíacos y por lo tanto, un aditamento más del gobierno: el poder judicial. Dichas contradicciones no se resuelven, sino que se pretenden eliminar a través de los mecanismos que no atacan el sustrato que le da origen: la división de clases entre poseedores y no poseedores de los medios de producción. Hasta que no se ataque este cimiento, no se podrá hacer nada y sólo se estarán conteniendo las contradicciones del sistema, mitigándolas, paliándolas, permitiendo la existencia del sistema. Contradicción que los poseedores no están dispuestos a resolverla pero que sin embargo, por las leyes de la dialéctica serán resueltos irremediablemente, lo quieran o no lo quieran.
Otra de las contradicciones que genera el sistema capitalista es el carácter social de la producción y el carácter individual de la apropiación de esa producción. Es decir, pese a que en el sistema se produce una miríada de mercancías, con la incorporación continua de más obreros al sistema (de la proletarización), de la expansión de la producción capitalista, cada vez más existen pocos que se apropian de la producción, son pocos los que disfrutan de los beneficios de la producción de mercancías. La concentración y centralización de capitales derivado de este misma contradicción es cada vez mayor. Mucho se oye hablar de los 10 hombres más ricos del continente, de los que poseen grandes consorcios, empresas, etcétera y también se oye hablar de la ingente superpoblación relativa que existe y que los organismos les gusta registrar para lavarles el coco de que realmente les interesa y por ello se organizan para repartirles una porción del pastel que les es arrebatado “legalmente”.
El hombre, como podemos ver, no produce para sí, sino para el otro, no realiza su mercancía sino que se lo da al otro, el hombre no es hombre, es del otro, es su mercancía, es su factor de producción, es del capitalista. Por más que sea la fuente que genera la plusvalía, cada vez le toca menos, cada vez se empobrece más, cada vez se deshumaniza más, cada vez se enajena más. El trabajador no se siente a gusto, trabaja para comer, el hombre caracterizado como el ente más evolucionado de la materia se limita solo a trabajar para comer, niega su esencia y se reduce a un simple animal, a un simple aditamento que lo deshumaniza. El hombre-mercancía se deshumaniza cuando el fruto de su esfuerzo no es suyo, cuando tiene que trabajar en algo solo para tener la panza llena. Se evade de la realidad como sujeto pensante y se somete a la producción capitalista como simple mercancía. Su trabajo es visto como una necesidad que no puede eludir. Dado que el producto que produce no es suyo, se afana con el trabajo pero para poseer, para retribuirse de la no posesión de los medios, su actitud se torna competencia con su semejante, que lo conmina con la mirada y con su fuerza; su semejante, obrero, se convierte en un competidor que es necesario derribar. El dinero se antepone a su vida. La lógica mercantil, la propiedad privada lo enajena.
La pobreza ha existido a través de los distintos modos de producción y en ninguno de los casos se ha podido eliminar. La pobreza en el sistema capitalista deriva pues de un modo de producción cuyo fin no es la satisfacción de las necesidades, sino la ganancia, la valorización del capital. Conforme se expande la producción capitalista la riqueza material se incrementa y a la par, la pobreza material también se incrementa. Las mercancías inundan los almacenes de las tiendas, pero no pueden satisfacer el hambre de la gente que, para adquirir una mercancía, tienen que acudir a la circulación de las mercancías, al mercado capitalista.
La expansión de la producción capitalista y la búsqueda de la ganancia se logra a base de la competencia con los otros capitales, con el fin de obtener más para sí. La competencia entre ellos provoca el desarrollo de las fuerzas productivas con el fin de obtener mayores ganancias. El desarrollo de las fuerzas productivas beneficia pues a los capitalistas en su afán de ganancia y los obreros solo logran beneficiarse en la medida que tienen acceso al mercado.
Los que tienen acceso al mercado de trabajo, al sistema de explotación legal, pueden consumir y sobrevivir en el capitalismo, pueden trabajar y percibir un salario, tienen un trabajo. Los demás constituyen la superpoblación relativa, es decir, la parte de la población que el sistema no puede absorber.
A medida que la producción capitalista se expande, a medida que el capital se valoriza, la competencia capitalista engulle a sus semejantes, les impide disfrutar de las ganancias, de la explotación y los postra de participar en este ámbito. De esta manera, los que defenecen como capitalistas, nacen como obreros, proletarios o, por si acaso, en pequeños productores; es decir, se van proletarizando y si el sistema puede absorberlos, entonces pasan a ser parte del fondo destinado al capital variable, sino, parte del ejército industrial de reserva. No hay de otra.
Por otro lado, tenemos, que el obrero, al producir valores e incrementar los mismos, en lugar de que incremente su valor, el obrero se desvaloriza. Cuando produce cada vez más en un mismo periodo de tiempo –incremento de la productividad del trabajo—se desvaloriza. La producción aumenta, los valores aumentan y el se desvaloriza y deshumaniza. El fruto de su esfuerzo le roba su humanidad, le supera, se le devuelve hacia él como un ente superior que lo domina y que lo aprisiona. La mercancía lo desvaloriza y lo deshumaniza. Sólo el hombre es capaz de crear las cosas y las ideas que lo dominarán.

1 Comments:

At 2:03 PM, Anonymous Anonymous said...

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