Thursday, June 30, 2005

José Saramago

Pensar, pensar y pensar.


...si el hombre es un ser pensante, pues entonces que piense.
José Saramago
una cosa es la filosofía y otra la literatura. La literatura no tiene que ser filosófica al igual que la filosofía no tiene por qué ser literaria
En primer lugar, la historia se escribe desde el punto de vista de los vencedores, los vencidos nunca han escrito la historia. Se escribe, fatalmente, desde un punto de vista masculino. La humanidad contada por una mujer o un equipo de mujeres sería totalmente distinta porque el punto de vista es otro, incluso la historia de la humanidad, que de vez en cuando se hace y es una empresa completamente desproporcionada porque nadie puede escribirla, pero se intenta, se compra y se vende.
Nace una cantidad de personas que no van a ser importantes; pero que están en la vida, trabajan, sufren, son felices, van a la guerra, se mueren, se salvan. Sobre todo lo que ocurre en la vida humana, y esto multiplicado por millones de veces, tenemos que llegar a una conclusión: o toda esa gente nació para nada y no va a tener ninguna influencia en la historia, lo que es muy difícil porque para algo ha vivido o se necesita saber para qué. Napoleón no hubiera ganado lo que ganó sin aquellos que lo siguieron para ganar la batalla, aunque se diga que es un estratega extraordinario, pero aún así se necesita gente dispuesta a morir, y eso lo tuvo junto a los demás Napoleones que han infestado nuestra vida. No se trata sencillamente de que han nacido para ir a la guerra y morir en nombre de Francia.
Lo que me ha interesado más es el niño Jesús y no ese que llamamos El Niño Jesús que está en la cuna, sino el que salió de esa cuna y empezó a vivir. ¿Qué pasará con ese niño, víctima de la ambición de un Dios que quiere todo el poder y necesita de una víctima que no tiene la culpa?
Con respeto total por el hecho mismo de que para mí Jesús es un hombre. El Dios yo lo desprecio, en El evangelio lo maltrato. No así con este chico, que por otra parte ha tenido que vivir con el Diablo, que tiene un rebaño enorme de ovejas. El Diablo vive en un universo paralelo a este, pero con la diferencia de que en su rebaño las ovejas no mueren, están allí para siempre. Jesús es educado de alguna forma por el Diablo.
Puede ser fácil, todos aquí somos seres humanos, no sé si hay algún ser divino, pero eso es cosa suya. Conrad Lorenz dice haber descubierto el eslabón entre el mono y el ser humano y ese eslabón somos nosotros. Por tanto, no monos, pero todavía no humanos, a lo mejor tiene razón.
Para mí la pregunta importante y esa es probablemente la que costará más trabajo encontrar respuesta es: qué estamos haciendo aquí. Cada uno contestará yo estoy haciendo mi trabajo, tengo una vocación para hacer esto o aquello, pero eso no contesta nada. Ah, bueno, estamos aquí para construir una sociedad justa, magnífico que lo haga, pero sea cual sea la respuesta que podamos dar -y podemos dar muchas y todas magníficas- la pregunta queda intacta: qué es lo que estamos haciendo aquí.
[...]
A mí me causa una especie de vértigo la pregunta qué estamos haciendo aquí y la respuesta solo puede ser una, en el fondo fondo no estamos haciendo nada. O mejor estamos haciendo todo lo que podemos para justificar nuestra propia existencia. Pero cuando esto se acabe, o porque la galaxia se hunda en el agujero negro que ya está, o que el sol se apague, habremos pasado por el tiempo inútilmente, todo desaparecerá y habremos sido en la vida del universo un suspiro, nada más que un suspiro.
Esta conciencia que puede llevarnos a la angustia total, a pensar en lo que ocurrirá, ya sabemos que no será mañana. A lo mejor ni siquiera necesitaremos que el sol se apague, puede ocurrir que mucho antes de eso hayamos destruido el planeta y es otra hipótesis, por el camino que vamos seguramente puede ocurrir.
Cuando pronuncio su nombre, ¿pueden ustedes ver alguna mayúscula? Sí, porque piensan que debe estar una mayúscula, pero lo que digo es un sonido y no tiene por qué llevar mayúscula, existe la convención, pero no quiero seguirla.
...hay que tener cuidado con la teoría, la literatura se hace escribiendo.
Una chica me decía que después de terminar de escribir ella confrontaba lo hecho con la teoría, y no creo que deba ser así. Es lo mismo que el alfarero que al terminar se pone a analizar la composición química del búcaro. No le doy ninguna lección a nadie, sino que simplemente me limito a decir lo que pienso.
A partir de Ensayo sobre la ceguera hasta Las intermitencias de la muerte mi preocupación es: qué es esto, de ser hombre, mujer, de siendo hombre o mujer, ser niño o ser viejo, ser esto o ser aquello, ser blanco o negro, qué significa. Deberíamos saber que la palabra humanidad es totalmente abstracta, no dice nada. Porque lo que llamamos humanidad en estos momentos son más de siete mil millones de personas y cada una de ellas es única.
algo que no se puede separar de la naturaleza del hombre desde el momento en que bajó del árbol, dejó de andar en cuatro patas y se puso de pie, cuando intentó el primer instrumento, un palo con el que podía llegar a un fruto que el brazo no podía alcanzar… Toda esa historia hasta el día en que estamos es obra del pensar.
El pensar creo que es, quitando el otro placer, de acuerdo, sobre todo porque son incompatibles, el otro no permite que tú pienses, no te da espacio para eso, aunque sabes que a veces si piensas no vas a lo otro. Quiero decir que hoy como escritor, yo, con Premio Nobel o sin Premio Nobel, con 82 años, considero que el privilegio del ser humano fue el de ser capaz de pensar, reflexionar, aplicar sus pequeños instrumentos de un pequeño cerebro que a pesar de todo contiene una memoria, conocimientos y todo eso archivado dentro del cerebro, y todo eso hacerlo funcionar en una obra, que puede ser literaria. O como personas sencillas que quieren conocer el mundo en que se encuentran y piensan, y discuten y analizan, y preguntan. Eso creo que es la única razón por la que efectivamente vale la pena estar vivos. Y si a la par de eso se pueden resolver los problemas que son miles, que impiden a millones y millones de personas no solo pensar, sino sencillamente vivir, entonces la tarea que tenemos por delante como seres humanos es inmensa, infinita y enorme.
Pero siempre tiene que empezar por donde tiene que terminar para volver a empezar y para volver a terminar, siempre y siempre. Pensar, pensar y pensar.

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